Posturas habituales

Alguna de estas posturas son habituales en nosotros todos los días, y con pequeñas modificaciones podemos hacer que nuestro cuerpo se sienta mejor, aliviando los dolores de cintura, dorsales y cuello.

Comencemos por cuando nos vamos a dormir…..

¿En qué nos beneficia la postura «SI»?

En que al elevar las piernas logramos con facilidad que toda la columna se apoye, ayudando a relajar la zona sacro-lumbar. En la postura «NO», al estar en plano inclinado, se arquea la zona lumbar, creando un espacio entre la superficie de apoyo y la espalda.

Son dos posturas de todos los días…

La primera puede ser para mirar Tv, tomar un café, leer un libro, en el metro mientras viajan… El beneficio de la postura «SI» es que al tener las piernas levemente elevadas, en paralelo y a 90º, permite que la pelvis se contraiga y el sacro se ubique perpendicularmente a la tierra; lo cual ayuda nuevamente a evitar el dolor lumbar y de cuello, ocasionado por malas posturas.

Que tiene de malo las posturas «NO»: el hecho de cruzar las piernas, eleva más un lado de la cadera que el otro, desequilibrando la columna y es menos aconsejable para los que padecemos de escoliosis, lordosis y/o cifosis. Al estar sentad@s y llevar los pies hacia atrás, hace que la pelvis rote levemente hacia atrás, moviendo el sacro hacia arriba quebrando así la cintura (sacando el culete); y como la columna necesita compensar pesos, el pecho se cierra y la cabeza queda levemente adelantada. (imagínense la columna de perfil formando una S exagerada).

En esta imagen vemos la curvatura normal de la columna

Prueben en sus casas o trabajos ambas posturas, tanto las «SI» como las «NO», y sientan las diferencias, cierren los ojos y observen internamente el movimiento de la columna en su totalidad; lo más probable es que las «NO» les resulten más cómodas debido a la mala postura que tenemos en el día a día.

Les recomiendo hacer varios abdominales por día para fortalecer la columna y ayuda a mantener la postura correcta para cada un@.